Un inventor, acaba de dar con el arma definitiva de un explosivo capaz de someter a cualquier ejercito de la tierra. Las Potencias mundiales tras enterarse del hallazgo comienzan una imparable carrera para hacerse con la bomba a cualquier precio. Mientras tanto el protagonista, tratará de zafarse de todos los intentos de apropiación de su invento y huir a su país. Éste es el argumento de Calamar.
Una divertida comedia que mezcla el teatro y el cine, en un desenfrenado enredo de personajes, acontecimientos y sucesos que poco a poco va desmarañando una trama políciaca, a la que se le ha conseguido dar un aire renovado, con sucesivas pinceladas de humor.
Calamar, es una obra cargada de acción que transcurre en un entorno totalmente ficticio, pero que recoge buena parte de los problemas e inquietudes de la convulsa época de principios del siglo XX, en donde primaba la diferencia de clases sociales, el afán por conquistar naciones y de hacerse a cualquier precio con planos secretos con los que dominar al resto. Inventores, ladrones, policías, espías y un sinfín de coloridos personajes que deambulan en el mundo del hampa y los suburbios de la ciudad; todo ello aderezado con la exhaustiva prohibición de alcohol que impregnaba aquellos tiempos.
Calamar es también una pieza de teatro con una considerable dificultad técnica debido a que se basa en ciertos recursos de cine, como los planos cortos o los cambios repentinos de escenario.
Una obra, que ha sido escogida, por su poca repercusión y difusión en la escena española. “Es una obra excelente pero bastante desconocida dentro del repertorio de Muñoz Seca. Es precisamente eso, lo que nos ha hecho apostar por ella” asegura Jose manuel Motos Galera, Director de la compañía.
