Grupo Teatro del ICAGR
‘Gloria’ para el Grupo de Teatro en el preestreno de ‘Los intereses creados’ en Almuñécar
03 / 10

El nuevo montaje de la agrupación combina un hábil uso del lenguaje con una puesta en escena al más puro estilo de la Comedia del Arte italiana

El 9 de diciembre de 1907 se estrenaba en el Teatro Lara de Madrid ‘Los intereses creados’, de Jacinto Benavente, una de las obras más reconocidas del Premio Nobel de Literatura. Más de un siglo después, el Grupo de Teatro del Colegio de Abogados de Granada ha hecho suyo este libreto perteneciente al género de la Comedia del Arte italiana, incluyéndolo en el último montaje de su repertorio.
Si bien el estreno oficial de la nueva propuesta dramatúrgica tendrá lugar ante los compañeros de profesión el 18 de octubre, en el teatro Isabel la Católica, con motivo de los actos de Santa Teresa, la agrupación ofreció el pasado 30 de septiembre, en Almuñécar un preestreno solidario a beneficio de la Asociación de Madres Solas Marisa Sendón y la Asociación de Familiares de Enfermos de Alzhéimer con el objetivo añadido de ‘calentar motores’. Y vaya si los calentó: tanto fue el éxito alcanzado que el público presente en el Teatro José Martín Recuerda, que abarrotaba la sala, prolongó su ovación, puesto en pie, hasta el punto de obligar a realizar un ‘gloria’ (volver a abrir el telón después haberlo cerrado tras los saludos, para continuarlos). El segundo ‘gloria’ alcanzado en la historia de la formación.
El motivo de este prolongado aplauso, la calidad del argumento y puesta en escena de ‘Los intereses creados’, bajo la dirección de Pablo Ramírez. En cuanto al guion, el protagonista, el pícaro buscavidas Crispín (Ángel Domínguez), utiliza su labia para embaucar a la alta sociedad y que su amigo -amo para la ocasión- Leandro se case con una rica heredera. Una trama construida sobre un extraordinario dominio del lenguaje que permite a Crispín poder de cambiar sus representaciones, sus palabras inventadas, en cosas reales, con un trasfondo crítico sobre las desigualdades y el imperio del deseo sobre los valores.
Respecto a la escenografía, se utilizan exagerados recursos, destacando el vestuario, propio de comienzos del siglo XVIII, con el uso de máscaras carnavalescas, en su mayoría esperpénticas, y el arlequín. En este sentido, hay que sumar el extraordinario trabajo de vestuario y caracterización realizado por Cari Cabrera, autora de cada una de las máscaras, personalizándolas a su respectivo portador.

Fotografías: J.M. Ferro

Origen: ICAGR-NOTICIAS